En casa de Joan y Albert no hay Internet. Ambos adolescentes llevan ocho años intentando convencer a su padre de que lo instale. Éste considera que hay demasiados contenidos "inadecuados". Su negativa no impide que ellos naveguen "en casa de amigos y cibercafés".
Otros padres son del extremo opuesto. Prefieren que su vástago se deje las energías frente a la pantalla antes de que "deje embarazada a cualquier niña o se infecte con el sida", dice el psiquiatra infantil Paulino Castells. "Para ellos, Internet es como un preservativo".
Las actitudes opuestas de estas dos familias son una muestra del despiste de los padres con el empleo de las tecnologías, especialmente de Internet, por parte de sus hijos menores.
Seguridad versus privacidad. ¿Dónde está el límite? Ellos también tienen derecho a la intimidad (el domingo se celebra el día mundial del menor).
"El problema es que no tiene quién le forme en el uso de una herramienta muy potente. Puede ser una ayuda o una amenaza. Dársela sin formarle es lo mismo que entregarle el coche sin que sepa conducir. Internet puede actuar en beneficio de tu hijo si lo controlas", asegura Guillermo Cánovas, presidente de la asociación Protégeles.
Las actitudes opuestas de estas dos familias son una muestra del despiste de los padres con el empleo de las tecnologías, especialmente de Internet, por parte de sus hijos menores.
Seguridad versus privacidad. ¿Dónde está el límite? Ellos también tienen derecho a la intimidad (el domingo se celebra el día mundial del menor).
"El problema es que no tiene quién le forme en el uso de una herramienta muy potente. Puede ser una ayuda o una amenaza. Dársela sin formarle es lo mismo que entregarle el coche sin que sepa conducir. Internet puede actuar en beneficio de tu hijo si lo controlas", asegura Guillermo Cánovas, presidente de la asociación Protégeles.
Més informació: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Padres/mejor/educar/espiar/Internet/elpepusoc/20090508elpepisoc_1/Tes
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